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Ejercicios y enfermedades reumáticas
Dra. María Victoria DelgadoEsp. en Reumatología
El largo periodo de sedentarismo y disminución de la movilidad en el que hemos estado este ultimo año debido a la situación de pandemia, ha traído consecuencias tanto a nivel físico como emocional. Respecto a las enfermedades reumatológicas sabemos el daño que genera la inactividad llevando a deterioro funcional, debilidad muscular y pérdida de masa ósea Por lo cual es importante tomar conciencia de la necesidad de comenzar a estar más activos para mejor control de la enfermedad.
Sabemos que el ejercicio, mejora los síntomas de enfermedades reumáticas tales como el dolor, inflamación, limitación funcional y fatiga.
También mejora otros problemas asociados tales como la obesidad, diabetes, hipertensión arterial, Enfermedad cardiaca, enfermedades pulmonares, ansiedad y depresión.
Es el principal tratamiento NO farmacológico, ya que puede mejorar el dolor, la debilidad y la pérdida de masa muscular y ósea, la movilidad, fatiga, descanso nocturno, estado de animo, limitación funcional y calidad de vida.
En personas poco activas, hacer algo de ejercicio es mejor que nada.
RECOMENDACIONES
Las recomendaciones son similares a las de la población general, solo hay que realizar algunas adaptaciones según el nivel previo de actividad física y las características de la enfermedad de base.
Se recomienda practicar actividad física aeróbica, al menos una actividad moderada de 30 minutos y 3 veces por semana. Realizar ejercicios que fortalezcan grupos musculares. Reducir el sedentarismo y las horas en que se está sentado o quieto de pie. Alternar con movimientos y caminatas.
Para saber qué tipo de ejercicio es más adecuado, consulta y asesorate previamente. El ejercicio debe ser adaptado a gustos (si te gusta lo podés sostener), edad, posibilidades, estado físico y estado actual, así como la experiencia previa.
Caminar es una actividad física aeróbica muy recomendable para empezar y aumentar la intensidad y pasar a ejercicios más fuertes en forma paulatina.
Si hay un brote de dolor o hinchazón de las articulaciones hay que modificar el tipo de actividad física, pero no es aconsejable el reposo.
Con la regularidad en la práctica del ejercicio, se logra el hábito, y al adquirirlo se mantiene más fácil.
El hábito se logra en promedio a las 10-12 semanas de repetición del ejercicio. Conviene empezar con objetivos fáciles y a corto plazo, lo que genera éxito en la práctica y aumenta la motivación.
Consulta y asesórate sobre que ejercicios podés hacer, elegí el que más te guste y ¡empezá ya!